Manejo
de la religiosidad en la intervención clínica y de la salud.
Garza Martínez, Silvia G.
Introducción.
El proceso de emancipación de la Psicología como disciplina científica,
separándose de la teología y ofreciendo niveles científicos equiparables a
otras ciencias, ha sido lento pero profundo y minucioso. Sin embargo, ante esta
búsqueda de la cientificidad, durante mucho tiempo se erradicó la dimensión
religiosa/espiritual del hombre, quedando a la deriva la comprensión de sus
motivaciones intrínsecas. En las últimas décadas, los estudiosos de las nuevas
propuestas en Psicología han incluido, en el entendimiento integral del hombre,
esta dimensión, encontrando elementos útiles, a la vez que se ha analizado la
necesidad de formar al terapeuta en la apertura a los temas
religioso/espirituales, sin perder su criterio profesional. El manejo de estos
aspectos en la terapia ha proporcionado un complemento enriquecedor física y
emocionalmente.
Resurgimiento
de la dimensión religiosa/espiritual en la Psicología.
Desde
la antigüedad, la religión y la espiritualidad han tenido una fuerte relación
con los temas científicos. Lo mismo ha pasado en el campo de la Psicología, reconocida
actualmente como ciencia, la cual tiene sus raíces históricas en filosofías que
la relacionan considerablemente con la religión. Si se analizan las diferentes
fuentes de información a las que se puede tener acceso hoy en día, puede
observarse, de acuerdo con Yoffe
(2012) , que en
el transcurso de la historia de la humanidad, la religión y la espiritualidad
fueron parte de la experiencia humana; sin embargo, siglos atrás fueron
separadas la Psicología y la Religión, creyendo que al abordar los temas
relacionados con la fe se entraría en el campo de la filosofía y la moral,
dejando así de ser un problema científico
.
Pero en los últimos cien años,
algunos estudiosos de la psicología desarrollaron las primeras investigaciones
dentro del área científica que fuera denominada “Psicología de la Religión”,
misma que surgió en Europa y en los Estados Unidos a comienzos del siglo XX.
Posteriormente se incluyó el estudio de la espiritualidad, pasando esta área a
denominarse “Psicología de la Religión y de la Espiritualidad”, centrándose en
temas como: la experiencia religiosa, la conversión, la fe, las prácticas y las
creencias religiosas y espirituales, los diversos modos de participación
religiosa y de afrontamiento religioso.
Impacto
del valor religioso en la salud integral del ser humano.
El descuido de una formación
integral, del cultivo de valores, de búsqueda del sentido de la vida y la
necesidad de trascender, hace que las instituciones educativas, ya sean colegios,
institutos o universidades, no respondan a su rol de formadores de la persona
humana, sino que se queden básicamente restringidos a la formación de los
aspectos cognitivos, como si esa fuera su única misión, descuidando lo demás;
esta lamentable realidad la encontramos desde los niños que cursando sus
primeros años, ya son víctimas de bullying, maltratos, intolerancias y
violencia, incluso hasta en los grupos más avanzados en la formación como son los
estudiantes universitarios (Salgado, 2012) . Excluir el valor
religioso en la formación de la sociedad ha excluido también los valores en la
integridad del ser humano, llevándolo a consecuencias que repercuten en la
convivencia y en los hábitos cotidianos, así como en su salud y el bienestar
integral.
Manejo
de la religiosidad en la práctica clínica.
Los valores religiosos, cuando
aparecen en la consulta psicológica, raramente son abordados por el terapeuta,
sin embargo, es necesario hacerlo cuando las creencias del paciente afectan de
manera importante a su conducta y a sus emociones. Si se abordan, el terapeuta
debe mantener una posición neutra, sin dar a conocer sus creencias y por
supuesto no debe juzgar o valorar los de su paciente, al contrario, es
necesario analizar la posible incidencia de las creencias del paciente sobre
los problemas que está tratando (Díaz & Cano, 2001) .
Para estos casos, es
conveniente que el profesional de la salud mental, sin prejuicios, tenga
disposición para introducirse, al menos teóricamente, en los elementos que
forman parte de las creencias del paciente, lo cual le permita conocer con
mayor claridad los aspectos relacionados con el contenido religioso que
influyen en la estructura de pensamiento. Conocer la calidad de la relación con
un poder superior asumida por las personas que asisten a terapia puede ayudar
al terapeuta a entender los problemas psicológicos e interpersonales de las
mismas (Richards & Bergin, 1997) .
Impacto
de la religiosidad/espiritualidad en el manejo de las pérdidas.
De acuerdo con Varela (2003) ,
recientemente se entiende el fenómeno del duelo como el estado psicológico y
afectivo que afecta a la persona que ha sufrido una pérdida significativa. En efecto, el duelo como luto es un fenómeno
profundamente humano que toca los sentimientos más hondos de la persona. Sobre
esta misma línea, se entiende lo espiritual como el ámbito en donde la persona
cuestiona y busca respuesta sobre el sentido de la vida, como la dimensión en
la que se viven los valores decisivos que influyen en las opciones
fundamentales de sí mismo; el progreso que se dé en la asimilación del duelo en
el ámbito religioso/espiritual, suele repercutir positivamente en los demás
ámbitos, el físico, el psicológico, y el social.
Entiéndase que el duelo por la muerte de un ser
querido es la experiencia de la pérdida de algo valioso que se sitúa en la
realidad central de la persona, de manera sobresaliente en el centro de su
experiencia espiritual. El dolor por la pérdida de una persona amada puede, sin
embargo, cuando el proceso es resuelto con coherencia, conducir a una nueva
forma de vida, con mayor claridad de pensamiento, incluso a momentos de
catarsis y cambios (Varela, 2003) .
Aspecto
religioso en padecimientos crónicos.
En los casos en que la persona
experimenta un padecimiento crónico, la religiosidad puede llegar a ser un
factor predisponente para mantener un estilo de afrontamiento óptimo, y por
consecuencia, un óptimo manejo de la enfermedad. El sujeto religioso sentirá que
no está solo, como tampoco que la divinidad actúa por sí misma, ya que confía
en la posibilidad de un trabajo conjunto de colaboración entre ambos, y en la responsabilidad
compartida con Dios u otro ser superior. El estilo de afrontamiento religioso colaborador
se asocia a un mayor nivel de competencia personal, así como a beneficios y
efectos positivos como una menor cantidad de síntomas de enfermedad, menores
niveles de ansiedad y menores sentimientos de culpa (Yoffe, 2003) .
Elemento
religioso/espiritual y comportamientos resilientes.
En la literatura científica
poco a poco se ha encontrado que las personas con creencias y prácticas
religiosas o espirituales tienen un mayor desarrollo de comportamientos
resilientes, los cuales empoderan a la persona para ser capaz de hacer frente a
las circunstancias estresantes. Por ejemplo, en el estudio sobre
religiosidad/espiritualidad y comportamientos resilientes de Barbosa (2012) ,
se recolectó y analizó a través de entrevistas semidirigidas datos basados en
teóricos de la sociología y de la antropología de la religión y salud, de la resiliencia y de la psicología.
En dicho estudio se encontró que las creencias religiosas y/o espirituales
pueden permitir la comprensión, el significado y la gestión de las adversidades; así mismo, la religiosidad/espiritualidad parece favorecer una actitud de
acogimiento, de empoderamiento y sentido de la vida.
Conclusión.
Cuando en la práctica clínica se
habla de aspectos religiosos y espirituales del ser humano se puede abordar una
parte importante del paciente, la cual pudiera tener una marcada relación con
sus conflictos o sus fortalezas. Este aspecto abordado en la consulta clínica
implica poseer un criterio profesional que permita permanecer neutral y a la
vez ser capaz de detectar aquellas prácticas y creencias que influyan, ya sea
positiva o negativamente, sobre su proceso terapéutico y canalizarlos de una
manera efectiva.
Si usted cree que necesita ayuda llame o acuda a:
Boulevard Tamaulipas (Calle 8),
entre Veracruz y Olivia Ramirez #1530
Fracc. Sierra Gorda
Tel: 834-152-0040
Referencias.
Barbosa, R. (2012). Religiosidad/espiritualidad y
comportamientos resilientes. IV Congreso Internacional de Investigación y
Práctica Profesional en Psicología XIX Jornadas de Investigación VIII Encuentro
de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Buenos Aires, Argentina.
Díaz, E., & Cano, A. (Febrero. de 2001). Religiosidad
en el ambiente familiar en dos casos de pacientes con ansiedad. Recuperado
el 27 de Febrero de 2015, de Bibliopsiquis.:
http://www.psiquiatria.com/bibliopsiquis/handle/10401/1763
Richards, P. S., & Bergin, A. E. (1997). Una
estrategia espiritual para el asesoramiento y la psicoterapia. Washington:
Asociación Americana de Psicología.
Salgado, A. (2012). Efectos del bienestar espiritual sobre
la resiliencia en estudiantes universitarios de Argentina, Bolivia, Perú y
República Dominicana. Lima, Perú: Univercidad Nacional Mayor de San Marcos.
Varela, V. (2003). Aspectos espirituales y religiosos del
duelo por la muerte de un ser querido. México.
Yoffe, L. (2003). Efectos positivos de la religión y la
espiritualidad en el afrontamiento de duelos. Psicodebate 7. Psicología,
Cultura y Sociedad, 193-205.
Yoffe, L. (2012). Beneficios de las prácticas
religiosas/espirituales en el duelo. Avances en Psicología, 9-30.
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